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Introducción

Desde el principio de la humanidad, muchos microbios y gérmenes encontraron en nuestros organismos las condiciones ideales para vivir, unos lo hacen de forma amistosa, sin causar ningún daño, otros nos colaboran de diferentes maneras llegando inclusive a ser indispensables en nuestras vidas. Sin embargo, existen otros que son agresivos y provocan molestias que en algunos casos atentan contra nuestras vidas, varios de esos microbios tienen preferencia por las mucosas y regiones genitales, siendo imposible en algunos casos que puedan sobrevivir fuera de esos ambientes.

El conjunto de esas enfermedades que afectan los órganos sexuales son conocidas popularmente como "Enfermedades venéreas" y están con el ser humano acompañando su propia historia.

DATOS HISTORICOS

Los romanos las denominaban "morbus incidens" y cuando realizaban sus invasiones ya usaban unos preservativos hechos de tripa de carnero que un pastor anónimo los llamo "camisa de Venus".

Las escrituras del viejo testamento (Levíticos. Cap. 15) se refieren a la gonorrea como algo impuro. A fines del siglo XVI Jacques de Bitencourt las denominaba "enfermedades venéreas".

Posteriormente Siboulei emplea una expresión menos preconceptuosa al denominarlas "efectos colaterales del amor".

A lo largo de la historia, muchos personajes, artistas, miembros de la realeza, militares y otros, cayeron víctimas de estas enfermedades que en ese entonces eran fatales.

Con la llegada del microscopio, se hizo posible la identificación de los microbios causantes, dando un gran paso en el conocimiento de estas enfermedades.

Pero fue después de la segunda guerra mundial, con la llegada de los antibióticos que se pudieron controlar varias de estas molestias, principalmente la sífilis que de mortal paso a ser curable. Una gran conquista.

CONTRACULTURA

Durante la década del 60, el movimiento social liderado por los jóvenes promueve una serie de cambios en el comportamiento social y sexual, como consecuencia se abren las puertas a la promiscuidad y al intercambio de parejas. Es la época del amor libre.

Se encuentran disponibles las píldoras anticonceptivas que permiten liberar las actividades sexuales sin el temor a los embarazos no deseados.

La homosexualidad (que siempre había) se establece en grupos sociales que pasan a luchar por sus derechos en una serie de manifestaciones multitudinarias.

Acompañando a todos esos eventos, resurgen nuevamente y de forma epidémica las "enfermedades venéreas". Recientemente se adopta el nombre de Enfermedades de Transmisión sexual (ETS) para agrupar a estas molestias que tienen en las relaciones íntimas, su principal forma de contagio.

Objetivos Específicos De Este Sitio:

Poder ver y descubrir las consecuencias al sexo LIBRE.

Aprender cuales son las enfermedades que se contraen con el uso desenfrenado o sin planificación del Sexo.

Comprender cada enfermedad venérea y poder saber como evitarla.

Al creer estar infectado poder saber y perder el miedo a los Doctores.

LAS DROGAS Y EL SEXO

BARBITÚRICOS E HIPNÓTICOS

Son también depresores del sistema nervioso central: Inicialmente liberan la respuesta sexual de inhibiciones, pero en dosis mayores bloquean todas las conductas, entre ellas la sexual.

MARIHUANA

La marihuana, al igual que el alcohol, tiene efectos depresores y las consideraciones sobre sus efectos de relajación física y mental y el sentimiento de bienestar probablemente provengan del mismo tipo de desinhibición que la producida por el alcohol. Quizá por esto algunas personas hablan de la utilidad de la marihuana para enfrentarse a la ansiedad asociada a situaciones relacionadas con la conducta sexual. La desinhibición permite obviar los prejuicios sociales y los tabúes personales.

Los efectos de expectativas y sugestionabilidad de quien la consume, lo mismo que el alcohol, pueden ser muy importantes. Un consumo persistente suele concluir con un desinterés por el sexo.

En algunos casos se informa, en mujeres, de disminución de la lubricación vaginal, lo que en ocasiones hace el coito más doloroso.

Entre los efectos a largo plazo, la mayoría de los autores están de acuerdo en que la marihuana:

  • Inhibe la producción de hormonas masculinas, en el mismo grado que lo hacen el alcohol o los opiáceos.

  • Se ha visto una reducción en la producción de esperma, a la vez que un mayor numero de espermatozoides anómalos.

  • Evidencia (procedente de experimentación animal), de que suprime la ovulación y facilita irregularidades en el ciclo menstrual, además de alteraciones hormonales, aunque parece reversible.

  • A dosis altas puede producir alteraciones graves en el embrión, retardo del desarrollo fetal y aumento de la probabilidad de aborto espontáneo. Atraviesa la barrera placentaria y es posible que de lugar a efectos en el feto no identificados aún.

En estudios de laboratorio, no centrados en la respuesta sexual, se ha encontrado que la marihuana reduce las sensaciones táctiles y alarga mucho el tiempo de los reflejos, lo que indica hasta que punto sus efectos fisiológicos pueden ser contrarios a los anteriormente señalados.

TABACO

No está claro si el tabaco tiene efecto sobre el funcionamiento sexual. En algunos casos esporádicos se ha informado de jóvenes fumadores con problemas de erección y en los que el cese en la conducta de fumar produjo una rápida recuperación de su disfunción.

La asociación entre tabaco y arteriosclerosis está bien establecida, y así mismo que ésta tiene efectos importantes de menoscabo de la respuesta de erección, por lo que a largo plazo los efectos del tabaco pueden estimarse como negativos.

Uno de los aspectos que con frecuencia se constatan en la clínica es la queja de algunas personas de que el mal aliento (halitosis) de su pareja disminuye su libido o incluso llega a producir un cierto rechazo de la situación.

HEROÍNA Y OPIÁCEOS

Los efectos de los opiáceos parecen ser más importantes.

En el hombre, alteraciones del interés sexual, retraso en la eyaculación y fracaso en la erección del Alteración en el interés sexual de la mujer.

Estos problemas, pueden ser el reflejo de la debilidad, de la depresión y del estilo de vida caótico de muchos drogadictos, con incremento de infecciones, deficiente alimentación , etc.

Las alteraciones hormonales también podrían actuar como un factor importante. Por ejemplo se ha encontrado niveles de testosterona en plasma reducidos en adictos en comparación a no adictos .

Tanto heroína como morfina parecen generar múltiples trastornos sexuales. Algunos autores comentan como el propio efecto de la acción de heroína, que los adictos señalan que es mucho mas placentero, intenso y fácil de obtener que un orgasmo (muchos manifiestan que se experimenta una sensación como de una oleada de orgasmos de una sola vez), sustituye en los adictos a la propia respuesta sexual.

COCAÍNA

Es quizá una de las sustancias que tiene mas fama de ser capaz de aumentar la excitación y la respuesta sexual. Pero, si bien es cierto que se cita con frecuencia a la cocaína como un fuerte estimulante sexual, también se sabe que provoca disfunciones sexuales.

En el trabajo citado anteriormente de Kolodny, se observó que el 17 % de los 168 cocainómanos de su muestra presentaba disfunciones eréctiles cuando consumía coca, y el 4% había padecido priapismo (erección mantenida y dolorosa} al menos una vez inmediatamente después de consumir coca.

Otros autores confirman la aparición de disfunciones eréctiles en el hombre, así como un importante menoscabo en el interés e impotencia situacional.

El que algunos consumidores utilicen y crean que frotar la punta del clítoris con coca aumenta la sensibilidad y excitación sexual de la mujer es sorprendente, dado el hecho de que la cocaína, en medicina, se usa como un potente anestésico local. Es evidente la importancia de las expectativas o sugestiones en este campo.

La cocaína, en cuanto que estimula el sistema nervioso central, puede facilitar una transmisión mas eficiente de los mensajes nerviosos. Sus efectos eufóricos pueden cambiar la percepción de uno mismo y de las propias experiencias o interacciones sexuales. Pero, por otra parte, tras los momentos de euforia aparece la caída a momentos de depresión.

El uso prolongado de la cocaína puede producir un deterioro del sistema nervioso central que baste para disminuir el funcionamiento sexual.